Aunque Melvin Page tuvo una larga carrera profesional dedicado al servicio público, retirarse resultó ser mucho más difícil de lo que pensó.
Tres años después de retirarse, Page sufrió un aneurisma cerebral que lo dejó con deudas médicas devastadoras y sin ninguna posibilidad de quedarse con su apartamento. El hombre de entonces 70 años terminó viviendo sin techo en Denver por más de un año a partir de 2019. Le dijo a Denver VOICE que tuvo la suerte de escapar la falta de hogar en un año, pero ha sido desafiante regresar a la normalidad.
Casi cuatro años después, Page, de 73 años, trabaja de medio tiempo como asistente en un estacionamiento para Enterprise Rent-A-Car en el Aeropuerto Internacional de Denver. Pero su salario por hora no es suficiente para pagar por la comida, el alquiler y el transporte cada mes. Page dijo que cada vez depende más de su Seguro Social para pagar por sus necesidades, y le preocupa que otro shock financiero pueda causar que regresa a vivir en la calle.
“Todavía estoy dispuesto a trabajar y aceptar la responsabilidad total por mi futuro”, Page dijo. “Pero igual no logro evitar preguntarme si podré permitirme más ayuda de la que recibo ahora”.
Buscando avances
Denver VOICE examinó la tasa de pobreza entre personas negras y latinas mayores como parte de Buscando avances, un proyecto de Colorado News Collaborative sobre la equidad social, económica y en salud de los coloradenses negros y latinos.
El proyecto analizó datos acumulados durante cinco años de 2010, 2015 y 2020 de la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense que realiza la Oficina del Censo. Este fue un período de expansión económica históricamente larga enmarcada por la Gran recesión y el inicio de la pandemia.
En general, la tasa de pobreza en Denver entre las personas mayores, definidas como aquellas de 65 años de edad en adelante, disminuyó del 15.4 al 10.5 por ciento. Pero los datos también mostraron continuas disparidades entre las personas negras y latinas mayores en comparación con las personas blancas mayores.
La tasa de pobreza entre las personas negras mayores disminuyó del 21.4 al 16.3 por ciento a lo largo de la última década, mientras que la tasa de pobreza entre las personas latinas mayores disminuyó ligeramente del 20.9 al 19.9 por ciento, según las encuestas de 2010 y 2020 de la Comunidad Estadounidense que realiza la Oficina del Censo. En comparación, la tasa de pobreza entre las personas blancas mayores se redujo del 11.7 al 6.7 por ciento en 2020 durante ese mismo período.
En otras palabras: ahora es dos veces más probable que las personas negras mayores vivan en la pobreza en comparación con las personas blancas mayores. Y ahora también es tres veces más probable que las personas latinas mayores vivan en la pobreza que las personas blancas mayores.
Mientras tanto, la población de Denver ha envejecido, con las personas de por lo menos 65 años de edad constituyendo en 2020 el 12.2 por ciento de la población, comparado con solo el 7 por ciento hace una década.
Los expertos señalan varias razones por las que las tasas de pobreza entre personas negras y latinas mayores han disminuido. Entre estas razones se encuentran el hecho de que están pasando más tiempo como parte de la fuerza laboral y la variedad de programas que la ciudad ha creado para suplementar sus gastos diarios de comida y atención médica.
Pero a otros les preocupa que los programas diseñados para ayudar a las personas mayores no puedan aguantar las crecientes presiones económicas ejercidas por el aumento en el costo de vida y la continua inflación. Además, algunos señalan a una mayor cantidad de personas mayores que están enfrentando la inestabilidad financiera como evidencia de que la disminución en la tasa de pobreza entre ellas pueda ir en sentido contrario en el futuro.
Más tiempo en la fuerza laboral
Page, quien es negro, dijo que su retiro no fue inicialmente su decisión. Estaba trabajando como jardinero cuando su salud empeoró y apresuró su salida de la fuerza laboral. Sin ese obstáculo, Page dijo que nunca hubiera dejado de trabajar.
De hecho, los datos del censo también muestran que una creciente cantidad de personas mayores como Page están trabajando más tiempo. El porcentaje de participación en la fuerza laboral de las personas entre 65 y 74 años de edad aumentó tres puntos porcentuales, del 27 a más del 30 por ciento durante la última década. El porcentaje de participación entre las personas mayores de 75 años también aumentó, del 5.8 a más del 8 por ciento en ese mismo período.
Y las contribuciones laborales de los adultos mayores en Denver son difíciles de ignorar. Según la última Encuesta de Evaluación Comunitaria entre Adultos Mayores (CASOA, por sus siglas en inglés) realizada por el Consejo de Gobiernos en la Región de Denver (DRCOG, por sus siglas en inglés), los adultos mayores contribuyeron aproximadamente $1.6 billones en productividad económica en un período de 12 meses en 2018. Alrededor de $875 millones de ese total provinieron de “contribuciones no pagadas”, como horas de voluntariado y trabajo informal ayudando a amigos y parientes.
Pero pasar más tiempo en la fuerza laboral no garantiza necesariamente que una persona mayor tenga suficiente dinero para retirarse. Perla Gheiler, quien dirige la Oficina para el Envejecimiento en Denver, le dijo a Denver VOICE que una razón por la cual las personas negras y latinas mayores enfrentan tasas de pobreza más altas es porque con frecuencia no tienen suficientes ahorros cuando se retiran.
“Nuestros [adultos mayores] están viviendo mucho más, lo cual está poniendo más presión en sus ahorros y cuentas de retiro”, Gheiler dijo. “Hasta aquellos que pudieron guardar ahorros de buen tamaño los han visto reducirse recientemente debido a la inflación y los altos costos de la vivienda”.
Otro problema que Gheiler señaló es la brecha de salarios entre las mujeres y los hombres mayores que trabajan. Estudios de investigación del Centro de Políticas Bell (BPC, por sus siglas en inglés), un centro de estudios sobre políticas financieras, demuestra que los ingresos medios de las personas mayores en Denver son de aproximadamente $25,000 al año, con los hombres mayores ganando un promedio de $30,000 mientras que las mujeres mayores ganan un promedio de alrededor de $20,000.
Para Page, quien gana ingresos brutos de aproximadamente $3,400 al mes entre su trabajo y el Seguro Social, ahorrar dinero cada mes es, en el mejor de los casos, un desafío. Además de tomar el autobús del estacionamiento de la estación de Southmoor en el sudeste de Denver hasta el aeropuerto para trabajar, también debe reservar dinero para los medicamentos que usa para tratar su presión alta y otros padecimientos.
Page dijo que no cuenta con acciones en la bolsa ni bonos como ingresos adicionales de respaldo. No cumple requisitos para participar en el programa de retiro de su empleador debido a que trabaja de medio tiempo, razón por la cual forma parte del 63 por ciento de coloradenses negros que no tienen acceso a fondos de retiro más allá del Seguro Social, según estudios del BPC.
“Hay toda una variedad de personas rezagadas que no tienen la fortaleza ni los recursos financieros para superar los desafíos que están enfrentando”, Page dijo.
Intentando cubrir las necesidades
Los programas como el Seguro Social también han sido clave para ayudar a que muchas personas negras y latinas mayores en Denver cubran sus necesidades, Gheiler agregó. Pero la pandemia desafió la eficacia de estos programas para alcanzar a los adultos mayores que ya viven al borde de la pobreza.
Un mecanismo que ha ayudado a reducir la tasa de pobreza entre los adultos mayores en Denver son las modificaciones automáticas por el costo de vida (COLA, por sus siglas en inglés) que determinan el nivel de los beneficios de seguridad social que cada persona recibe. El 1º de enero de 2022, la Administración del Seguro Social de EE. UU. anunció que aumentaría los desembolsos en un 6 por ciento el próximo año, el mayor aumento en la historia de la administración.
El Centro sobre Prioridades Presupuestarias y Políticas (CBPP, por sus siglas en inglés) reconoció a COLA como una de las razones por las que más de 201,000 personas mayores en Colorado salieron de la pobreza entre 2018 y 2020, un período en el que el costo de vida en general aumentó rápidamente.
“Los trabajadores negros y latinos se benefician significativamente del Seguro Social porque sufren tasas más altas de discapacidad y [ganan] menos ingresos a lo largo de su vida que los trabajadores blancos, en promedio”, según escribió Kathleen Romig, directora de políticas de seguridad social y discapacidad para CBPP, en un blog publicado en abril.
Gheiler añadió que Denver ha obtenido avances significativos para mejorar la entrega de sus servicios entre las personas mayores. Por ejemplo, la ciudad trabajó estrechamente con la Agencia sobre el Envejecimiento en el Área, parte del DRCOG, para proporcionar servicios a los adultos mayores que necesitan ayuda solicitando beneficios como aquellos del Programa Suplementario de Asistencia Nutricional (SNAP, por sus siglas en inglés) y Medicaid.
Denver también creó varios programas para ayudar a que las personas mayores envejezcan en su hogar. Por ejemplo, la ciudad se asocia con Brothers Redevelopment para hacer reparaciones en los hogares de algunas personas mayores. La ciudad también ofrece varias exenciones fiscales que los adultos mayores pueden solicitar, según la Oficina del Asesor Fiscal.
“Realmente nos hemos enfocado más en mejorar la coordinación entre los departamentos de la ciudad en relación con cómo atendemos a las personas mayores en Denver”, Gheiler dijo. “Y nuestra oficina realmente trata de asegurar que conectemos a los adultos mayores que nos llaman con los servicios correctos según su situación”.
Page dijo que él representa un ejemplo de lo bien que los servicios de Denver pueden funcionar para las personas mayores. Lo ubicaron en una habitación en el Aloft Hotel del centro durante la pandemia, después de que recibiera una prueba positiva por COVID-19. Mientras estaba en el hotel, lo conectaron con servicios y otros recursos que lo ayudaron a recuperarse, dijo.
Los proveedores de servicios con los que Page conectó pudieron ayudarlo a encontrar un apartamento en Brookdale Senior Living Center en el sudeste de Denver. También lo ayudaron a solicitar el trabajo que ahora tiene en el aeropuerto y encontrar muebles para su nuevo hogar, agregó.
“Ahí fue cuando realmente empecé a sentirme más fuerte”, Page dijo. “No sé dónde estaría [ahora] si no hubiera terminado ahí”.
Siguen existiendo riesgos
A pesar de la ayuda del Seguro Social y programas locales, Page dijo que enfrenta un futuro difícil. Durante el último año, los precios de los alimentos han aumentado en un 10.6 por ciento en el área metropolitana de Denver a la vez que los costos energéticos residenciales aumentaron en un 11.7 por ciento, según la Oficina de Estadísticas Laborales.
Los $2,100 mensuales que Page paga para alquilar su apartamento también constituyen más del 60 por ciento de sus ingresos mensuales. Los expertos en vivienda consideran a las personas que gastan más del 30 por ciento de sus ingresos mensuales en gastos de vivienda como “abrumadas con la vivienda”.
Aunque el centro de vivienda para personas mayores proporciona servicios adicionales como de enfermería y atención para personas con problemas de memoria, Page espera poder mudarse a un apartamento más barato en noviembre, cuando su contrato de alquiler termine. La mudanza quizás le permita ahorrar más de su salario para pagar por cuidados adicionales en el futuro, dijo.
“No [todas las personas] de diferentes grupos económicos alcanzan el mismo nivel de éxito que los otros”, Page dijo. “Algunas personas terminarán inevitablemente rezagadas. Necesitamos reconocer eso y planear como corresponde”.
Además de la inflación, Chrissy Esposito, una analista de políticas con el Instituto de Salud de Colorado, le dijo a Denver VOICE que el rápido aumento en el costo de vida como resultado de la pandemia por COVID-19 es una de las amenazas más grandes para la salud financiera de muchas personas mayores en Denver.
“No es sorprendente que muchos adultos mayores hayan logrado escapar de la pobreza durante la última década”, dijo. “Pero los desafíos que esta población sigue enfrentando pasan desapercibidos cuando sus ingresos superan el límite de la pobreza”.
Esposito señala datos que demuestran que la cantidad de adultos mayores que enfrentan la inestabilidad económica, es decir, que están viviendo entre el cero y el 200 por ciento del límite de la pobreza, es evidencia de que la disminución en la tasa de pobreza entre las personas mayores de Denver podría ir en sentido contrario en el futuro.
Según esos datos, la cantidad total de personas mayores de 65 años que figuran en esta categoría aumentó del 28.9 por ciento en 2018 a casi el 30 por ciento en 2019. Estos porcentajes disminuyeron en 2020, pero Esposito dijo que eso probablemente se deba a problemas para recolectar datos durante la pandemia.
“Es triste porque las personas enfrentan mayores riesgos por sufrir condiciones de salud cuando envejecen”, Esposito dijo. “Pero también es más probable que vivan en la pobreza, lo cual puede causar que sea más difícil lidiar con estos desafíos”.
Además de mayores riesgos para la salud, el aumento en los precios del alquiler en Denver es otro problema que abruma al 30 por ciento o más de los adultos mayores que alquilan su hogar en Denver, según la encuesta de CASOA de 2018. Y las tasas de interés también son dos veces más altas en comparación con el mismo momento el año pasado, lo cual causa que sea mucho más costoso comprar una vivienda para empezar.
“Envejecer es costoso”, Esposito dijo. “Y nosotros, como sociedad, parecemos no estar bien preparados para hacerlo”.