La mesa de la cocina, redonda, de cristal y con patas de madera, reposa en un rincón soleado del apartamento de Alejandra Carrera y Clemente Flores. Es una de las primeras cosas que cualquier persona que los visita ve.
Para la persona externa, es una mesa linda. Para la pareja, casada por 26 años, es un símbolo de su progreso económico durante la última década. La compraron nueva, en oferta, el año pasado. “Siempre habíamos tenido que comprar [cosas] de segunda mano”, Flores dijo. Puro segundo.
Su apartamento es más nuevo y de una recámara, pequeño igual que los otros en los que habían vivido en Aurora. Pero es una mejora en comparación con los edificios antiguos infestados de cucarachas que podían pagar cuando llegaron a vivir a Colorado hace 13 años.
Carrera, de 66 años, y Flores, de 67, se refieren a su hogar como su “refugio”, el resultado del trabajo duro, un empleo constante e ingresos poco a poco más altos.
“Aquí donde vivimos podemos descansar y ahora nos sentimos muy cómodos”, Carrera dijo.
Esto es lo más cerca que han estado del Sueño Americano, dijo.
La experiencia de la pareja refleja una tendencia general de una reducción en las tasas de pobreza entre los coloradenses negros y latinos, al igual que sus continuos desafíos hacia la prosperidad económica.
Un análisis de Colorado News Collaborative (COLab) y The Denver Post de datos censales históricos y más recientes encuentra que:
- Las tasas de pobreza entre los coloradenses latinos han estado disminuyendo a niveles bajos casi históricos. La tendencia, con interrupciones ocasionales debido a desaceleraciones económicas, continúa con una reducción de más de medio siglo. La pandemia cambió ligeramente el curso, pero la tasa de pobreza latina del 15 por ciento en 2021 igual figuró entre las más bajas documentadas.
- La brecha de pobreza entre las personas latinas y blancas disminuyó casi por la mitad entre 2011 y 2021. Solo los estados de Maine y Iowa, con poblaciones latinas relativamente pequeñas, observaron una mayor reducción en esa brecha.
- Las tasas de pobreza entre los coloradenses negros han seguido, por lo general, esa misma tendencia, con casi uno de cada cinco viviendo por debajo de los niveles de pobreza en 2021. La brecha de pobreza entre las personas negras y blancas se redujo más que en cualquier otro estado excepto siete.
- Las tasas de pobreza entre los coloradenses blancos, las cuales se han mantenido en cifras de un solo dígito por décadas, disminuyeron entre 2011 y 2021 al 7 por ciento.
- Los niños negros y latinos menores de 18 años observaron las mayores reducciones en su tasa de pobreza durante el mismo período, lo cual en parte refleja el aumento en ingresos medios por hogar y concuerda con otros factores que documentan reducciones históricas entre los niños a nivel nacional en los últimos 25 años.
- A pesar de la reducción en las tasas de pobreza, los coloradenses latinos y negros siguen teniendo una probabilidad dos veces mayor de vivir en la pobreza en comparación con los coloradenses blancos. Los niños negros y latinos tienen una probabilidad tres veces mayor de vivir en la pobreza comparado con los niños blancos.
No hay datos confiables sobre las poblaciones más pequeñas de personas asiáticas e indígenas en el estado. The Denver Post y COLab examinaron datos sobre la pobreza y otros datos económicos entre 2011 y 2021, los datos censales más recientes disponibles, para Buscando Avances, una serie sobre las brechas socioeconómicas y de equidad en salud entre los coloradenses negros, latinos y blancos.
La reducción en las tasas de pobreza entre las personas negras y latinos es, aparentemente, alentadora, dijo Charles Brennan, subdirector de investigaciones en el Centro de Colorado sobre Leyes y Políticas (CCLP, por sus siglas en inglés).
Pero él, como los economistas, organizadores comunitarios, legisladores, defensores infantiles, trabajadores con bajos salarios y otros entrevistados para esta historia, advirtieron que el nivel oficial de pobreza solo es un aspecto de la salud económica. Se basa mayormente en el triple del costo mínimo de la comida en 1963 modificado según los precios actuales.
Los críticos más amables se refieren a este nivel como “anticuado”.
Pero los niveles de pobreza forman la base de las pautas gubernamentales que ayudan a determinar el acceso a la asistencia pública, como los cupones de alimentos. En 2021, la línea de pobreza, modificada según la inflación e idéntica en todo el país, era de $26,500 para una familia de cuatro.
Existe un desafío económico real en el espacio entre la pobreza oficial y la autosuficiencia, dijo Alex Sánchez, presidente y director ejecutivo de Voces Unidas de las Montañas. Voces Unidas ofrece servicios a residentes latinos en la región central montañosa de Colorado, la cual incluye Vail y Aspen y donde muchas personas trabajan en la industria de la construcción, el comercio pequeño y el servicio.
Las familias quizás ganen más de $50,000 al año, dijo, pero “no están ganando suficiente como para cubrir sus necesidades, [y] mucho menos para prosperar. Si estamos usando el mismo estándar para evaluar la pobreza en cada comunidad del país y no nos adaptamos a la realidad de la diferencia en los costos de la vivienda, comida, necesidades básicas, no estamos contando una historia acertada”.
Detrás de la reducción
En 2011, Carrera y Flores era trabajadores temporales y aceptaban trabajos asignados en hoteles y cocinas. En combinación, ganaban alrededor de $29,000, según muestran sus formularios W-2. Estaban pagando cerca de $700 por su apartamento en una zona central de Aurora. Estaba en mal estado pero era económico.
Colorado todavía estaba enfrentando las repercusiones de la Gran Recesión. Uno de cada cuatro coloradenses latinos y negros (y uno de cada 10 coloradenses blancos) estaba viviendo en la pobreza.
Cinco años después, en 2016, conforme la economía de Colorado se fue estabilizando, los votantes por todo el estado apoyaron una serie de aumentos anuales en el salario mínimo. (Ahora es $13.65 por hora. El de Denver es $17.29 por hora.)
Entre aquellos luchadores figuraba Eva Martinez, integrante del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU, por sus siglas en inglés), quien ha trabajado limpiando el edificio de Republic Plaza en Denver por 29 años.
Sus ingresos suplementaban los de su esposo, José, quien trabajaba limpiando y restaurando automóviles, y los de su familia en expansión de cinco niñas.
Entre ambos, la pareja aumentó sus ingresos en más de $20,000 a lo largo de la última década. Martinez dijo que ahora está ganando más de $18 por hora.
“Siento que nuestras vidas cambiaron mucho”, Martinez dijo. “Siento que tenemos mucha más seguridad. Siento como que tuve suerte de conseguir un trabajo que era un trabajo con el sindicato. Siento que desempeñó un enorme papel en que nos pudiéramos sentir seguros”.
El aumento del salario mínimo dio un gran impulso a los trabajadores con los salarios más bajos. Un porcentaje desproporcionado de estos trabajadores son negros y latinos. Los incrementos programados también lograron aumentar los salarios mínimos a un ritmo más rápido que los salarios medios en el estado, dijo Chris Stiffler, economista principal en el Instituto Fiscal de Colorado, una organización “enfocada en la equidad”. En cuatro años, según sus estudios, Colorado logró tener el quinto salario mínimo más alto en el país.
Conforme la economía se estableció en la total descarga de su larga y lenta expansión económica, la tasa de desempleo alcanzó niveles bajos récord. Carrera y Flores empezaron a trabajar en un lugar nuevo, el restaurante mexicano 3 Margaritas. Sus sueldos aumentaron.
No es sorprendente que el ingreso medio por hogar haya aumentado ni que los niveles de pobreza, los cuales se basan en sueldos antes de descontar impuestos, disminuyeran en la última década, Stiffler dijo.
“Cada vez que observamos una economía estimulada, observamos una disminución en la tasa de pobreza y un aumento de los sueldos en el nivel más bajo”, dijo.
Y Colorado estaba estimulado. Entre 2011 y 2021, Colorado tuvo el quinto crecimiento más alto en EE. UU. con base en su Producto Interno Bruto. El estado también tuvo el quinto crecimiento más alto en la nación en ingresos per cápita, y creció en casi un 68 por ciento en ese período, según la Oficina de Análisis Económicos.
Sin embargo, otros factores, directos e indirectos, influyeron no solo en cuánto estuvieron ganando las personas durante la década, sino también en su habilidad de participar en la fuerza laboral para empezar, según encontró el análisis de COLab y The Denver Post de datos censales y datos estatales.
Entre estos hallazgos figuran:
- Las mujeres en Colorado han estado esperando más tiempo para tener hijos y teniendo menos hijos en general. En 2020, solo siete estados tuvieron tasas de fertilidad más bajas.
- El porcentaje de nacimientos entre adolescentes se redujo abruptamente, con una reducción del 66 por ciento entre las adolescentes hispanas de 2010 a 2020 y una reducción del 56 por ciento entre las adolescentes negras en parte debido al programa estatal de Anticonceptivos Reversibles de Acción Prolongada.
- La porción de familias negras y latinas con un solo padre, las cuales son más vulnerables a la pobreza, se redujo ligeramente durante la década.
La demógrafa estatal Elizabeth Garner también señala la asistencia durante la pandemia, incluida la expansión de los créditos tributarios por hijos, los cuales proporcionaron un amortiguador contra los peores impactos de una crisis de salud pública y relacionada con la economía que afectó desproporcionadamente a los coloradenses negros y latinos. Además, quizás ciertas fuerzas demográficas estén desempeñando un papel, Garner agregó, como la juventud relativa de una creciente población latina que está ingresando a la fuerza laboral conforme los residentes blancos mayores la dejan.
Colorado también ha observado un aumento en el porcentaje de hogares que están compartiendo vivienda, es decir, viviendo con parientes, incluidos hijos ya mayores y abuelos, lo cual estimula los ingresos del hogar. En 2019, más de un cuarto de niños en Colorado estaban viviendo en hogares compartidos, según un informe del Centro Futuros de Colorado en la Universidad Estatal de Colorado.
En general, fue una buena década para Valerie Harris y su esposo, Forris, una pareja negra que vive en Aurora.
“Definitivamente estamos en una mejor situación hoy que hace 10 años”, dijo.
En 2011, estaban ganando alrededor de $65,000 juntos y tenían cinco hijos en el hogar. Después de eso tuvieron algunos años ajustados: a su esposo lo dieron de baja en el trabajo y aceptó un empleo con menos sueldo; ella tuvo que dejar temporalmente su trabajo como asistente certificada de enfermería por razones de salud, pero ahora están en una situación más estable con tres hijos en el hogar. Su esposo tiene un trabajo mejor pagado en la Administración para Veteranos. Ella está trabajando como asistente certificada de enfermería, inició su propio negocio, Silver Lining Promotions and Management, y además prepara impuestos. Ahora están ganando casi el doble de lo que ganaban antes, dijo.
‘Alquilando este estilo de vida’
Los ingresos de la pareja Harris aumentaron gracias al trabajo mejor pagado, pero también porque Valerie Harris ha mantenido varios trabajos durante la última década.
La familia Martinez alcanzó la estabilidad financiera porque Jose Martinez trabajaba seis días a la semana. Él trabajaba durante el día y Eva trabajaba durante la noche, para así no tener que pagar por el cuidado de sus hijos. Con tres de sus hijas y un nieto viviendo con ellos, siguen trabajando horarios alternados.
“Esto también es muy difícil porque sacrificamos nuestra relación”, Jose Martinez dijo.
Carrera y Flores todavía no encuentran la estabilidad. Sus ingresos aumentaron alrededor de $13,500 entre 2011 y 2021, según sus formularios W-2. Pero Carrera dijo que a veces trabaja 60 horas por semana porque su salud es mejor que la de su esposo. También vende joyería y comida para suplementar sus ingresos.
No es suficiente.
La pareja Carrera-Flores está pagando $1,675 al mes por su vivienda de 700 pies cuadrados con una habitación. Además tienen que pagar $584 al mes por sus automóviles, el seguro de automóvil, las facturas médicas, los servicios públicos, la gasolina y comida. Ambos tienen diabetes y otros problemas de salud. Cada mes, van a Metro Caring para obtener comida. Algunos meses, reducen el medicamento para la presión arterial de Carrera, aunque la insulina no es negociable. Y algunos meses dependen de la tarjeta de crédito. Sus jefes, amigos y hasta clientes a veces los ayudan.
Lo que separa a Carrera, Flores, la familia Harris y la familia Martinez son los costos de su vivienda. La familia Martinez pagó por completo su casa en 2018. Flores y Carrera están pagando más del doble en su alquiler que en 2011, casi la mitad de sus ingresos.
Los Harris perdieron su hogar debido a una ejecución hipotecaria durante la Gran Recesión y ahora pagan casi $2,400 para alquilar una casa pequeña.
La pareja está trabajando nuevamente para adquirir una vivienda, el principal generador de la riqueza generacional. Según datos de la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense de 5 años en 2021, alrededor de cuatro de cada 10 coloradenses negros eran dueños de su vivienda. (En comparación, más del 70 por ciento de los coloradenses blancos y el 54 por ciento de los latinos eran propietarios de su vivienda.)
Quizás su familia esté mejor, Valerie Harris dijo, pero los coloradenses negros en general no lo están.
“No somos dueños de más hogares. No somos dueños de más negocios. Solo tenemos más trabajos. Eso no es mejor”.
Dijo que siente como que los coloradenses negros están “alquilando este estilo de vida” pero tienen menos propiedades y, por lo tanto, “no [tenemos] control sobre nuestro futuro ni nuestro destino”.
La fragilidad de la estabilidad económica se manifestó durante la pandemia. Harris, quien padece de inmunodepresión, tuvo que dejar de trabajar, por lo que tuvieron que depender del seguro de desempleo y los ingresos de su esposo. El restaurante que empleaba a Carrera y Flores cerró por un mes antes de cambiar a comida para llevar. La pareja sacó un préstamo de anticipo (payday loan, en inglés), obtuvo una pausa de dos meses en los pagos de sus automóviles y se retrasó en el pago de su factura eléctrica.
Para entender mejor cuál es la situación de las personas, el Centro de Colorado sobre Leyes y Políticas usa el Estándar de Autosuficiencia del Centro para el Bienestar de la Mujer en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Washington. Calibrada por cada uno de los 64 condados en el estado y con base en varios tamaños y tipos de familias, el estándar toma en cuenta los costos de vivienda, cuidados infantiles, comida, atención para la salud, transporte, impuestos y créditos tributarios.
El informe de 2022 calcula que un adulto viviendo en el Condado de Arapahoe necesitaba ganar $38,089 para cubrir sus necesidades básicas, un poco menos de lo que Flores y Carrera ganaban juntos.
En Denver, un adulto solo con un hijo en edad preescolar y un hijo en edad escolar necesitaba ganar más de $40 por hora, trabajando de tiempo completo, para cubrir las necesidades básicas. En el Condado de Summit, donde Voces Unidas ofrece servicios, la misma familia tenía que ganar $103,225 al año, o el 448 por ciento de la pauta federal de pobreza. Los autores del Estándar de Autosuficiencia, quienes se refieren al nivel de pobreza como algo que calcula mejor la “privación”, enfatizan que su propio estándar no incluye nada extra: no incluye noches para ir al cine, no incluye salidas a comer.
El hecho de que las tasas de pobreza entre las personas negras y latinas hayan mantenido un nivel significativamente más alto que las tasas de pobreza entre las personas blancas refleja una “larga historia de personas de color privadas de oportunidades económicas que se les dieron a las personas blancas”, Sarah Hughes dijo. Hughes es exdirectora de investigaciones para la Campaña de Niños de Colorado.
Las tasas de pobreza, agregó, son un reflejo de las políticas y los programas interconectados que han privado a las personas de color de las mismas oportunidades para aumentar sus riquezas, desde el redlining hasta préstamos con intereses más altos, fondos inadecuados en las escuelas y la falta de acceso a atención médica de calidad.
“Con frecuencia, cuando las personas examinan las disparidades, a menudo se precipitan a explicaciones a nivel individual en lugar de a explicaciones sistémicas cuando sabemos que los problemas sistémicos son realmente la causa principal”, dijo.
Cerrando brechas
En resumen, el informe sobre el Estándar de Autosuficiencia dice, existen dos maneras de que las personas alcancen la autosuficiencia: costos más bajos o ingresos más altos.
Nita Gonzales, una líder comunitaria por años en Denver, dijo que cerrar las brechas de equidad debe desempeñar un papel central en ambos esfuerzos.
“La sociedad debe saber que no tolerará la desigualdad como la norma. No tolerará parientes sin vivienda como la norma. No tolerará niños que se van a dormir con hambre como la norma. No tolerará que [haya] personas que no tengan un hogar médico como la norma. La sociedad debe decir que es inaceptable”.
Scott Wasserman, presidente del Centro de Políticas Bell, un centro de ideas progresistas, dijo que la reducción en las tasas de pobreza es “muy alentador cuando pensamos sobre cómo elevar el [nivel más bajo]. … Donde estamos teniendo dificultades es en ese próximo paso”.
El enfoque debe ser en los obstáculos estructurales a la equidad, como la equidad en vivienda y el papel que desempeña para acumular riquezas entre una y otra generación, dijo.
La vivienda asequible es un tema dominante en la sesión legislativa actual, al igual que entre los candidatos al Concejo y a la alcaldía de la Ciudad de Denver. Entre las soluciones sugeridas figuran: reformas en el uso de tierras, control de alquileres, darles a las ciudades y condados derechos en edificios de apartamentos en venta para que los alquileres sean asequibles.
Defensores comunitarios y expertos también señalan un mayor acceso a la educación infantil temprana gratis o a bajo costo como una solución que no solo beneficia a los niños sino también a los padres y la economía en general. Colorado ocupa el octavo lugar en el país debido al costo de los cuidados infantiles, con un costo anual promedio de $15,325.
“Nosotros … sabemos que cuando ayudamos al niño, entonces el padre tiene la habilidad de ir a la escuela, de ir a trabajar y de ser mucho más productivo que nunca”, dijo Elsa Holguín, presidenta y directora ejecutiva del Programa Preescolar de Denver.
El año pasado, la legislatura invirtió millones en la industria del cuidado infantil; la educación preescolar universal gratuita, impulsada por el gobernador Jared Polis, está programada para empezar en el otoño de 2023.
Pero los defensores comunitarios dicen que queda mucho por hacer, y los legisladores están buscando ampliar la asistencia tributaria estatal para las familias con hijos.
Los programas federales de seguridad básica también son cruciales, quienes abogan a favor de las familias dijeron. Los senadores demócratas de Colorado Michael Bennet y John Hickenlooper han dicho que la expansión del crédito tributario por hijos, un programa de ayuda básica durante la pandemia, debió haber sido permanente.
El crédito tributario “sacó de la pobreza a 2.9 millones de niños” durante la pandemia, según encontraron investigadores con la Oficina del Censo de EE. UU. en un análisis de sus consecuencias. Un análisis de Child Trends, que usó los mismo datos, encontró que los programas federales de asistencia básica, como los créditos tributarios por trabajo, los cupones de alimentos, el Seguro Social, la asistencia con dinero directo, los subsidios de vivienda y otros programas, han desempeñado un papel cada vez mayor en la “asombrosa reducción” de la pobreza infantil desde 1993.
Sin ayudar a las familias con los costos del cuidado infantil, de la vivienda y atención de salud, Wasserman dijo que no cree que la prosperidad económica de los coloradenses pueda mejorar.
Carrera y Flores dijeron que sueñan con llegar a ser dueños de su propia casa con dos recámaras y un jardín, donde puedan cocinar su comida favorita y vender parte de ella para ganar dinero.
“Ya estamos grandes”, Carrera dijo. Pero lo que no tienen en tiempo, dijo, lo tienen en fe de que su habilidad de “lograr nuestros sueños” sigue estando a su alcance.
Burt Hubbard y Rossana Longo contribuyeron a este reportaje. Traducido por Alejandra X. Castañeda Ezcurra.
“Buscando Avances ” es un proyecto de reportaje entre varias salas de prensa y liderado por Colorado News Collaborative con el objetivo de examinar la equidad social, económica y en salud de los coloradenses negros y latinos durante la última década. El proyecto se basa en la serie “Losing Ground” publicada en 2013 por I-News/RMPBS que dio seguimiento a factores similares entre 1960 y 2010. Comunícate con nosotros enviando un mensaje a chasingprogress@colab.openmedia.dev para compartir historias de tus experiencias en la última década y cualquier sugerencia para futuras historias de Buscando Avances.